El trastorno que le fue diagnosticado a Bella Ramsey mientras rodaba The Last of Us
A poco más de tres semanas del estreno de la segunda temporada de The Last of Us, la actriz Bella Ramsey reveló que padece un trastorno que le causa problemas en la interacción social y la comunicación, y que le fue diagnosticado tras una reveladora charla en el set de filmación de la primera entrega de la exitosa serie.
"Me diagnosticaron autismo cuando estaba rodando la primera temporada de The Last of Us", confesó en diálogo con British Vogue.
Según ella misma repasó su curiosidad se despertó cuando un miembro del equipo de la serie, que tenía una hija autista, asumió que Ramsey también lo era al poco de que se conocieran. Esta presunción, lejos de enfardarla, la llevó tomar cartas en el asunto e ir tras un diagnóstico formal para ponerle nombre a algo “siempre se había se había preguntado”.
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La actriz, auto percibida de género fluido, recordó que sus dudas sobre padecimiento comenzaron en la escuela, donde experimentó “problemas sensoriales comunes a las personas del espectro autista y una dolorosa hiperconsciencia de las microexpresiones y el lenguaje corporal de otras personas”.
Tráiler de la temporada 2 de The Last of Us:
“Siempre he estado observando y aprendiendo de la gente. Tener que aprender más manualmente cómo socializar e interactuar con la gente que me rodea me ha ayudado con la actuación”, agregó.
Una vez que el diagnóstico estuvo confirmado, Bella Ramsey se sintió, por primera vez, libre ya que conocer su trastorno le “permite caminar por el mundo con menos dureza por no ser capaz de hacer las tareas cotidianas fáciles que todo el mundo parece ser capaz de hacer”.
Crédito: Shutterstock
Si bien es en extremo celosa de su vida privada, hay cosas, como su género, que no tiene problema de compartir con el público ya que siente que su voz puede ayudar a millones de personas que atraviesan situaciones similares a la suya.
"No hay razón para que la gente no lo sepa. La etiqueta de ser autista me ha sido muy útil porque me ha ayudado a comprenderme a mí misma, pero en cuanto a género y sexualidad las etiquetas no me resultan cómodas en ningún sentido: me siento atrapada", reflexionó.