Final explicado de La cúpula de cristal: ¿quién secuestró a Lejla y a Alicia?
Repasamos los detalles del perturbador desenlace de la serie que arrasa en Netflix tras su reciente estreno.
La cúpula de cristal arrasa en Netflix
El desenlace de la serie "La cúpula de cristal" de Netflix ofrece un giro inesperado y perturbador. La criminóloga Lejla, quien regresó a su pueblo natal tras el fallecimiento de su madre adoptiva, termina descubriendo una verdad devastadora sobre su propio pasado.
La trama alcanza su punto culminante cuando la investigación sobre la desaparición de Alicia, hija de su amiga Louise, conduce a Lejla hasta su padre adoptivo, Valter Ness. En un impactante giro argumental, se revela que Valter es el verdadero "Ecki", el secuestrador responsable del traumático cautiverio de Lejla durante su infancia.
Mirá el tráiler de La cúpula de cristal:
La revelación ocurre cuando Lejla cae en una trampa en su propia casa. Valter la droga y la lleva al mismo escondite subterráneo donde mantiene cautiva a Alicia. Este lugar resulta ser la misma cámara acristalada donde Lejla estuvo prisionera de niña, un sitio que había bloqueado de su memoria.
El jefe de policía Tomas desempeña un papel crucial en el rescate. Al investigar la propiedad, descubre el refugio secreto donde encuentra a Alicia inconsciente tras ser estrangulada por Valter y a Lejla atrapada en la cúpula de cristal. Tomas logra detener a Valter antes de que cometa más daño.
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En la escena final, durante una visita a prisión, Lejla confronta a Valter exigiendo saber dónde están los cuerpos de otras víctimas. Con frialdad, él responde que están en el lago donde la llevaba cuando era pequeña. Este lugar, que Lejla recordaba con cariño, resulta ser el cementerio oculto de las víctimas de Valter.
La serie concluye revelando el retorcido origen de la adopción. Valter confesó que se obsesionó con Lejla desde que la vio por primera vez con su madre biológica. La secuestró por esta obsesión y, cuando logró escapar y su madre murió, utilizó su posición como oficial de policía para adoptarla, manteniéndola cerca bajo el disfraz de un amor paternal enfermizo.