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Final explicado de Karma, la serie coreana que es furor en Netflix

Repasamos los detalles del inesperado desenlace de la nueva serie coreana que se ha ubicado entre lo más visto de Netflix.

Karma se ha ubicado entre lo más visto de Netflix

Karma se ha ubicado entre lo más visto de Netflix

El capítulo final de Karma, la atrapante serie de Netflix, logra cerrar satisfactoriamente las tramas principales y dar conclusión a los arcos de sus personajes. El desenlace resulta especialmente significativo para la doctora Ju-yeon, cuya historia como víctima de abuso sexual marcó el tono dramático de la historia.

La última entrega revela finalmente que el impostor, Kim Beom-jun, fue quien orquestó el incendio y asumió la identidad de Park Jae-yeong para escapar de las autoridades. Todo esto ocurrió mientras la doctora Lee Ju-yeon, agredida sexualmente por Jae-yeong durante su adolescencia, buscaba vengarse sin saber que el verdadero abusador ya estaba muerto.

Mira el tráiler de Karma:

Embed - Karma

El episodio comienza con una secuencia retrospectiva en un edificio abandonado. Allí se ve a Park Jae-yeong atado, suplicándole a Beom-jun que le perdone la vida. A pesar de las súplicas, el psicópata incendia el lugar con Jae-yeong adentro. Durante su escape, Beom-jun queda atrapado bajo escombros y sufre quemaduras graves, circunstancia que, irónicamente, facilita su plan de suplantación de identidad.

En el presente, tras interactuar con Ju-yeon, Beom-jun llega al departamento destartalado de Jae-yeong para instalarse en su nueva vida. Mientras tanto, Yoon Jeong-min nota que Ju-yeon confrontó a Beom-jun y descubre cuánto detesta al supuesto Jae-yeong, aunque ella evita darle detalles.

Con la ayuda del investigador privado Hwang, Ju-yeon reemplaza la medicación para el dolor de Beom-jun por fentanilo. Paralelamente, Beom-jun se entera de que no recibirá el dinero del seguro que esperaba, ya que Park Dong-sik había eliminado a su hijo como beneficiario, destinando los quinientos millones de wones a una catedral para ayudar a los necesitados.

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Karma se ha ubicado entre lo más visto de Netflix

Karma se ha ubicado entre lo más visto de Netflix

La tensión alcanza su punto máximo cuando Beom-jun, tras ingerir el fentanilo, comienza a perder movilidad y Ju-yeon lo acorrala con un bisturí. En ese momento crítico aparece Jeong-min, quien logra convencerla de no mancharse las manos con sangre. A pesar de ello, el villano no puede evitar provocarla, recibiendo una brutal golpiza como respuesta.

El karma no tarda en alcanzar a Beom-jun. Tras descubrir un panfleto escolar que le hace recordar su participación en el hostigamiento a Ju-yeon años atrás, es secuestrado por los cobradores de un prestamista que había amenazado a Jae-yeong en el primer episodio. Lo llevan a una sala de operaciones donde sus órganos serán extraídos como compensación por el préstamo impago.

El sorprendente final

La sorpresa llegará cuando se revela que Jeong-min es el cirujano clandestino que operará a Beom-jun. A pesar de que el impostor le suplica clemencia revelando su verdadera identidad, Jeong-min, convencido de que miente, procede con la operación sin anestesia, dándole un final doloroso y merecido.

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Karma sorprende con su inesperado final

Karma sorprende con su inesperado final

Al día siguiente, Ju-yeon se despierta y encuentra a Jeong-min frente a ella. Gracias a su ayuda, ha logrado superar sus instintos más oscuros y ya no sufre pesadillas sobre su pasado. Decide visitar a su familia mientras Jeong-min le desea lo mejor en este nuevo comienzo.

Por su parte, la policía logra descubrir la verdad sobre la suplantación de identidad mediante pruebas de ADN. El investigador Hwang intenta compartir esta información con Ju-yeon, pero descubre que la doctora ya ha hecho las paces con su pasado y no quiere saber nada más del trágico incidente. El cierre muestra a Ju-yeon respirando aliviada mientras sale del hospital. Comienza a nevar, como aquel día fatídico, pero ya no se ve afectada por sus recuerdos, habiendo logrado liberarse de sus cadenas mentales. Sin saberlo, todos los que la atormentaron han pagado el precio máximo por sus acciones.