Netflix estrena Pulso: un drama médico sin personalidad que no trae nada nuevo a la sala de urgencias
En tiempos donde la industria de Hollywood parece estancada y apuesta por lo seguro. Siguiendo la fórmula del éxito que ha triunfado en años recientes, Netflix lanza Pulso, su primer drama médico de habla inglesa, que desde hoy se encuentra disponible en la plataforma.
La trama de Pulso se desarrolla en el Centro Médico Maguire, un hospital de trauma de nivel uno en Miami. Aquí conocemos a la Dra. Danielle "Danny" Simms, interpretada por Willa Fitzgerald (La caída de la Casa Usher), una residente de tercer año que es ascendida a jefa de residentes tras la inesperada suspensión del popular y carismático Dr. Xander Phillips, interpretado por Colin Woodell (El Continental: Del mundo de John Wick).
A partir de esta premisa, la relación entre Danny y Xander se convierte en el eje central de la serie. A partir de una serie de flashbacks que van y vienen en cada episodio, descubrimos que ambos mantenían una relación sentimental, y ella lo denuncia por acoso sexual.
Mientras los rumores corren como la pólvora, la inminente llegada de un huracán pone a todo el personal del hospital en alerta, debiendo lidiar con los dramas personales y la desbordante actividad de la sala de emergencias
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Tráiler de Pulso:
Apetecible, pero sin aportar nada nuevo al género
Pulso camina más por el lado de Grey's Anatomy que por el de The Pitt, el reciente drama médico de HBO que sorprendió a todos con su innovadora dinámica en tiempo real. La nueva apuesta de Netflix, que recuerda a la producción española Respira, no trae nada nuevo al ya colmado género. El melodrama, los romances y los clichés de las salas de emergencia abundan a lo largo de 10 episodios.
Por si fuera poco, la historia se mete en el terreno de las denuncias de acoso sexual, donde los detalles de la historia entre Danny y Xander se explotan para generar un suspense barato, mientras que el trillado pasado problemático de Danny se utiliza para buscar la simpatía del espectador de forma burda. Fitzgerald está bien en el rol protagónico, pero se necesitaría una actuación excepcional para salvar un material tan débil.
Lo mismo se puede se puede decir de los personajes secundarios, que cuenta con nombres como Nestor Carbonell (Lost), Justina Machado (Six Feet Under) y Jessie T. Usher (The Boys), pero que terminan siendo totalmente desaprovechados con subtramas sin importancia.
Sin lugar a dudas, sorprende que Pulso haya surgido de la colaboración entre la debutante Zoe Robyn y Carlton Cuse, conocido por ser co-showrunner de la mítica Lost. Décadas atrás, Cuse reinventaba la televisión y ahora parece estar recogiendo los clichés más rancios para una era de streaming que se aleja de los riesgos y apuesta por lo seguro.
En definitiva, Pulso es una ficción que enganchará a los fanáticos del género pero que te dejará con la sensación de estar viendo más de lo mismo, sin llevarte nada a cambio. Una serie más del montón de la cual se hablará por algunas semanas pero que rápidamente quedará en el olvido.