Final explicado de Manual para señoritas: ¿qué puede pasar en una segunda temporada?
La serie española Manual para señoritas, disponible en Netflix, está ambientada en el Madrid de 1880 y culmina con un final agridulce que deja abiertas las puertas para una posible segunda temporada. La trama, que mezcla romance, drama de época y toques de comedia, concluye con varios giros inesperados en las vidas de sus protagonistas.
Elena Bianda, interpretada por Nadia de Santiago, termina la temporada en una situación precaria: sin empleo y sin concretar su amor por Santiago Torres. La dama de compañía más solicitada de Madrid, encargada de conseguir pretendientes adecuados para las jóvenes de la alta sociedad, cae víctima de sus propios sentimientos.
Mirá el tráiler de Manual para señoritas:
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El desenlace revela el pasado secreto de Elena como señorita de sociedad rebelde que huyó de un compromiso arreglado junto a Gabriel, quedando embarazada y posteriormente perdiendo al bebé. Este secreto sale a la luz cuando su madre, Mercedes De Saavedra, organiza una cacería e invita a los Mencía, provocando que Cristina pierda la confianza en su carabina.
La relación entre Cristina Mencía y Eduardo Espinoza toma un giro inesperado. Tras la aparente partida definitiva de Eduardo a París, la joven descubre su embarazo e intenta comprometerse con Santiago Torres, quien desconoce la situación. Sin embargo, Eduardo regresa mediante una carta explicando que su familia lo había obligado a comprometerse con una condesa parisina para evitar la ruina familiar.
Con la ayuda de Elena y Sara, Cristina y Eduardo resuelven sus malentendidos. Finalmente, Cristina confiesa su embarazo a su padre y se casa con Eduardo, evitando un matrimonio por conveniencia con Santiago.
Santiago Torres, interpretado por Álvaro Mel, descubre que intentaron engañarlo y se muestra enfadado por la situación. Cuando Elena finalmente decide confesarle sus sentimientos, no consigue alcanzar el carruaje donde parte Santiago. La escena del apasionado beso entre ambos ocurre únicamente en la imaginación de Elena.
La serie también desarrolla tramas secundarias significativas, como la lucha de Sara Mencía por estudiar medicina y el romance de Adela, otra carabina amiga de Elena, con el hijo de su empleadora. El final muestra a Elena sin trabajo, reemplazada por Alba como la nueva dama de compañía, y sin conseguir el amor de Santiago. Esta conclusión agridulce plantea interrogantes sobre una posible continuación de la historia en una segunda temporada.