Los errores que desconciertan a todos en Morbius
La película Morbius, dirigida por Daniel Espinosa y protagonizada por Jared Leto, ha vuelto a captar la atención del público. Su reciente llegada a Netflix (Latinoamérica) la ha convertido en tendencia, pese a una recepción inicial poco favorable. Estrenada en 2022, esta cinta del universo de Spider-Man prometía explorar un antihéroe oscuro, pero dejó a muchos rascándose la cabeza por sus errores e inconsistencias.
Uno de los fallos más evidentes está en su guion. La trama sigue al doctor Michael Morbius, un científico que busca curar su enfermedad rara y termina convertido en un vampiro. Sin embargo, las motivaciones de los personajes, como el villano Milo (Matt Smith), carecen de profundidad. Su transformación en antagonista llega sin explicación clara, dejando al espectador perdido. Este vacío narrativo desconcierta y resta fuerza a la historia.
Mirá el tráiler de Morbius:
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Los efectos visuales también generan confusión. Aunque las escenas de acción intentan impresionar, el uso excesivo de CGI a veces resulta caótico. Los combates entre Morbius y Milo parecen sacados de un videojuego mal renderizado, con movimientos que dificultan seguir quién golpea a quién. Lejos de lucir innovadores, estos momentos recuerdan producciones de hace dos décadas, un tropiezo inesperado para una cinta moderna.
Otro punto que desorienta es su conexión con el universo de Spider-Man. La película insinúa vínculos con el héroe arácnido, pero estos quedan en el aire. Las escenas postcréditos, que incluyen una aparición de Michael Keaton como el Buitre, prometen algo que nunca se concreta. Esta falta de cohesión con el resto del Spider-Verse de Sony frustra a los fans, quienes esperaban un hilo conductor más sólido.
A pesar de estos desaciertos, Morbius ha encontrado nueva vida en Netflix. Su estatus de tendencia sugiere que el público está dispuesto a darle otra oportunidad, tal vez atraído por la curiosidad o el fenómeno de los memes como "It's Morbin Time".