En pocos días este clásico del cine querido por todos cumplirá 20 años y está cerca de abandonar Netflix
Cualquier fanático de Shrek promedio puede admitir la misma verdad que es casi universal: la mejor cinta de la saga es, por lejos, la segunda. Shrek 2 es uno de esos particulares casos donde la secuela superó con amplitud a su predecesora incluso teniendo en cuenta que la primera parte de la serie es espectacular. Es un debate candente para algunos (¿la primera o la segunda?), aunque para otros ya está resuelto.
La cinta estrenó el 19 de mayo de 2004 y desde entonces se encargó de ocupar un amplio espacio en la mente de las personas. Esta película animada por computadora es, todavía, la más exitosa de DreamWorks y la quinta más taquillera en los Estados Unidos. Desde adaptaciones épicas, personajes emblemáticos, situaciones descabelladas y diálogos tan magníficos que no podemos dejar de repetir, Shrek 2 es una de las grandes maravillas del cine de los 2000.
La franquicia se ha convertido en un símbolo distintivo para la empresa establecida en 1994 por Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y David Geffen. Además, ha alcanzado varios logros destacados, como recibir el primer Premio de la Academia a la Mejor Película Animada con su primera entrega en 2001.
Te podría interesar
Entre la amplia gama de películas animadas disponibles, el humor y las referencias en Shrek la elevan por encima de otras narrativas emotivas, cuentos de hadas o aventuras de amistad.
Shrek cuenta con una serie de reinterpretaciones de los cuentos de hadas que la convierten en un viaje fascinante y la segunda cinta lo supo explotar aún más. Empezando por los villanos principales, Encantador y el Hada Madrina, dos personalidades muy conocidas en Nunca Jamás que en los cuentos tradicionales son “los buenos”. En Shrek 2, la mágica mujer ha armado un negocio con sus deseos que, de hecho, le han hecho ganar algo de fama (algo así como Elon Musk asistiendo a la Met Gala), mientras que el príncipe, que es su hijo, es un hombre inútil y egocéntrico con características de “nené de mamá”.
Además, está Harold, el padre de Fiona, quien de manera inadvertida se convierte en una suerte de antagonista, ya que emplea métodos poco convencionales para rescatar a su hija de lo que él considera una vida desagradable (ya desde la primera cinta podemos dudar de sus métodos). De manera similar, el Gato con Botas inicialmente busca eliminar al ogro, pero luego cambia de opinión y se convierte en un aliado heroico en sus aventuras.
De la misma manera hay otras interpretaciones como El Lobo de Caperucita, la Hermanastra fea de Cenicienta o incluso la icónica frase de cuentos fantásticos “Había una vez en un reino muy, muy lejano” que se convierte en una gran ciudad del Reino en una suerte de parodia de Los Ángeles.
Claro que no hay que olvidar de los diálogos, donde la versión en español se destaca de la original con frases como “¿Ya merito llegamos?”, “Yo siempre digo mejor afuera que adentro”, “Ya entendí, no soy burro, lo que pasa es que me aburro”, “No se preocupen, les cuidaremos el cuchitril” y claro que “Soportó vientos despiadados, infernales desiertos, escaló hasta el último maldito cuarto de la maldita torre más alta y, ¿qué encontró? Un lobo de sexo dudoso”. Este impecable guion se ve acompañado de una banda sonora icónica con canciones como Funkytown o momentos musicales como Living la vida loca.
Shrek está lleno de detalles que la hacen fascinante y con cada nueva vista de la cinta descubrimos nuevos. Algunas escenas icónicas, que toman inspiraciones de otras famosas cintas, aportan el timing perfecto de comedia mientras se entremezclan con los temas principales y más profundos de la película: el amor no trata de encontrar a la persona más hermosa o más perfecta, sino de encontrar aquella que te haga feliz independientemente de su aspecto; ser fiel a uno mismo y también el poder de la amistad.
Lamentablemente Netflix despedirá de su catálogo a la saga entera de Shrek por lo que hay que correr para verla antes de que sea eliminada.