¿Seis Triple Ocho está basada en hechos reales? La historia detrás de la película que triunfa en Netflix
La nueva película de Netflix Seis Triple Ocho se basa en un episodio poco conocido de la Segunda Guerra Mundial: la historia del primer batallón integrado exclusivamente por mujeres afroamericanas. Si bien la cinta está inspirada en una historia real, el director Tyler Perry tomó varias licencias creativas al llevar esta historia a la pantalla.
La activista Mary McLeod Bethune jugó un papel fundamental en la incorporación de mujeres negras al ejército estadounidense. Como fundadora del Consejo Nacional de Mujeres Negras en 1935, logró que se permitiera su reclutamiento en el Cuerpo Auxiliar Femenino del Ejército. Su cercana relación con los Roosevelt, especialmente con la primera dama Eleanor, fue clave para alcanzar este objetivo.
Mirá el tráiler de Seis Triple Ocho:
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La comandante Charity Adams, protagonista central del filme de Perry, fue efectivamente una pionera que enfrentó el racismo sistémico de la época. No obstante, el incidente del cine mostrado en la película ocurrió en realidad en la Base Aérea Douglas, y la protagonista fue la teniente Clark, no Adams. La oficial amenazó con renunciar si continuaba la segregación, lo que llevó a la eliminación de estas políticas discriminatorias.
La trama romántica entre Lena y Abram se aleja considerablemente de los hechos históricos. Si bien Abram existió y falleció en combate, Lena se casó con Hugh Thadius Bell antes de unirse al batallón 6888. Además, conoció a Charity Adams recién cuando fue destinada a Europa, y no desde el inicio como sugiere la película.
A pesar de las licencias dramáticas, el filme refleja fielmente el logro más significativo del batallón: la clasificación de 17 millones de cartas que permitieron mantener la conexión entre los soldados en el frente y sus familias. El batallón 6888 operó en Birmingham, Rouen y París bajo el mando de Adams, quien asumió el liderazgo en 1945.
La historia del escuadrón Seis Triple Ocho representa una victoria doble: no solo contribuyeron al esfuerzo bélico, sino que también desafiaron los prejuicios raciales de su época, abriendo camino para futuras generaciones de mujeres afroamericanas en las fuerzas armadas estadounidenses.