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Una película de Minecraft desata el caos en los cines con un fenómeno viral

La adaptación cinematográfica de Minecraft se ha convertido en un fenómeno viral, con funciones caóticas llenas de aplausos, gritos y memes.

Jason Momoa protagoniza Una película de Minecraft

Jason Momoa protagoniza Una película de Minecraft

Warner Bros. Pictures

Las salas de cine solían ser un espacio casi sagrado, donde un grupo de desconocidos se reunía a oscuras en una sala para sumergirse de lleno en la pantalla y dejarse llevar por los fotogramas allí proyectados. Los tiempos han cambiado, y aquellas reglas tácitas en donde el silencio se imponía como la norma reinante, ha quedado casi en el olvido.

En el último tiempo, hemos visto que las multitudes se vuelcan a peculiares tendencias en las salas de cine. Uno de los últimos estrenos en plegarse a esta tendencia es Una película de Minecraft, la adaptación del videojuego del mismo nombre, que no solo está rompiendo récords en taquilla, sino que también está revolucionando (y desquiciando) las salas de cine con un comportamiento que divide opiniones: aplausos descontrolados, gritos cada cinco minutos y momentos dignos de convertirse en meme. ¿El culpable? Una tendencia viral que ha vuelto las funciones del film en auténticas fiestas de nostalgia gamer y caos colectivo.

Imaginate esta escena: llevás a tus sobrinos o hijos al cine, compras pochoclos, te sientas tranquilo y de repente... ¡BOOM! Todo el cine estalla cuando Jack Black grita “¡Chicken jockey!” o aparece una Ender Pearl en pantalla. No se trata de un evento especial ni una función temática. Es una función normal. Pero en este extraño universo paralelo que se ha creado alrededor de Una película de Minecraft, eso parece no importar.

Las reacciones durante Una película de Minecraft:

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Desde su estreno, la película ha atraído a legiones de fans que crecieron con el videojuego y ahora vuelven a conectar con ese universo desde un lugar cargado de ironía, humor absurdo y mucho, pero mucho TikTok. Las redes sociales están repletas de videos mostrando funciones completamente desbordadas, con jóvenes de veintitantos celebrando cada guiño al juego como si fuera un recital de su banda favorita.

Pero no todo es diversión. Algunas cadenas de cine, especialmente en Reino Unido, ya comenzaron a tomar cartas en el asunto. En ciudades como Oxfordshire, por ejemplo, se han emitido advertencias formales. "Cualquier forma de comportamiento antisocial, especialmente gritos, aplausos o cualquier actitud que moleste a otros espectadores, no será tolerada", anunció Cineworld. Y sí, si te portás mal, te sacan del cine sin derecho a reembolso.

REEL, otra cadena británica, también se sumó al llamado al orden: reforzaron el monitoreo en sus salas para evitar que esta tendencia arruine la experiencia de quienes solo quieren ver la película sin sentir que están en medio de una convención de cosplay improvisada.

Este fenómeno recuerda a otras modas recientes que también generaron revuelo en las salas. En 2022, los Gentleminions tomaron por asalto las funciones de Minions: nace un villano, con adolescentes asistiendo en traje formal y armando coreografías en los pasillos. Más recientemente, Wicked tuvo su propio problema cuando algunos espectadores se ponían a cantar durante las proyecciones, como si estuvieran en Broadway.

Una película de Minecraft se estrena esta semana
Una película de Minecraft es uno de los grandes éxitos de taquilla del año

Una película de Minecraft es uno de los grandes éxitos de taquilla del año

En el caso de Una película de Minecraft, hay dos ingredientes clave: la nostalgia y lo absurdo. El simple hecho de ver a adultos tomarse tan en serio una película dirigida, en teoría, a niños ya tiene un atractivo viral. Es el tipo de humor que triunfa en TikTok: ridículo, exagerado y profundamente consciente de su propia rareza.

Pero, más allá del debate sobre si esto arruina la experiencia o simplemente es una forma distinta de disfrutar el cine, hay un dato que no se puede ignorar: la película, que muchos creían condenada al fracaso, ha sido un éxito rotundo en taquilla. Desde su estreno, la película lleva recaudados más de 335 millones de dólares.

Por ahora, la tendencia sigue viva y no hay señales de que se detenga pronto. De lo que no hay dudas, es que la forma de ir al cine está cambiando.